jueves, 26 de junio de 2014

Cristianismo y homosexualidad


Recientemente el Arzobispo de La Plata Héctor Aguer tuvo algunas declaraciones que hicieron algo de ruido. Resulta que la Tigresa del Oriente y Pocha Leiva (travesti) filmaron un videoclip en la Catedral de La Plata. Al enterarse del hecho Aguer dijo: “A causa de un descuido de la guardia, una mujer desvergonzada, vestida indecorosamente y acompañada por otro personaje que parecía mujer, entró aquí a filmar un video en el que baila y canta; se atrevió a entrar en un confesionario en son de burla, y blasfemó contra la Santísima Eucaristía, remedando la comunión y expresándose de un modo gravísimamente escandaloso”. El clérigo agregó que “según he oído decir, la filmación estaba destinada a un ‘boliche gay’ de la ciudad de La Plata. Ahora resultan normales esas abominaciones amparadas por las leyes. Además, mucha gente pudo acceder a la cosa por Internet”, en clara referencia a la Ley de Matrimonio Igualitario, que sancionó el Congreso nacional a mediados de 2010.

Mucha gente se ofendió por esta declaración. Si, son un tanto agresivas, pero ¿a quién asombran?

La Iglesia Católica y el cristianismo general son instituciones homofóbicas que consideran que la práctica homosexual es una abominación.

Dicen las Sagradas Escrituras

No te acostarás con varón como con mujer; es abominación. (Levítico 18:22)

Si alguien se acuesta con varón, como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos. (Levítico 20:13)

Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío. (Romanos 1:26-27)
¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios. (1 Corintios 6:9-11)

Y conste que se citaron versículos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Es cierto que Jesús nunca se refiere puntualmente al tema, pero se supone que la Biblia plasma todo el mensaje de Jesús.

Por si no bastara con la Biblia se puede citar también al Catecismo:

2357 La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso. 
2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición. 
2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.

Entonces ¿se puede juzgar a Aguer por esto? Él solo hizo referencia a la homosexualidad de la manera en la que su institución religiosa lo hace. No inventó nada. Definitivamente Aguer es un muy buen cristiano.

Y un buen cristiano del Papa, ya que mientras Francisco dice que él no es quien para juzgar a los gays, lo cierto es que cuando aún era el Cardenal Jorge Bergoglio decía que el matrimonio igualitario era cosa del diablo.

Pero ni en el caso de Aguer, ni de Bergoglio ni de ningún otro católico se puede decir que estén actuando mal. Solo están cumpliendo con los preceptos de su Dios.

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