domingo, 26 de abril de 2015

"¿Abuelito?" (la ignorancia creacionista)

La ignorancia es atrevida. Y más cuando viene acompañada de proselitismo religioso o cuando alienta la pseudociencia. Pero hay casos en donde hace las dos cosas. Y este es el caso.

Jack T. Chick es un evangelista estadounidense famoso por publicar tratados en forma de historieta en donde aborda diferentes temas con el objetivo de evangelizar. Trata temas políticos, de salud reproductiva, de "cumplimiento de profecías", de sexualidad y, por supuesto, también creacionismo. Este es un ejemplo.

No hace falta ser un gran científico para refutar las barbaridades que se dicen en este tratadito. Veámosla viñeta a viñeta.

lunes, 13 de abril de 2015

Iglesia y Estado


Ya varias veces hablamos en este blog sobre la injerencia que la Iglesia está ejerciendo cada vez más fuerte en la política local. El Papa Francisco estuvo presente en los últimos años digitando las decisiones del Gobierno.

Por eso apoyó el nuevo Código Penal, pidió cambios en el nuevo Código Civil (a los cuales el oficialismo accedió), colocó gente suya en el Sedronar y logró que se le envíen aún más fondos a la Iglesia. Nada mal para un gobierno "progresista" que hasta no hace mucho consideraba a Bergoglio un conservador proto-fascista. Ahora que es Francisco es parte del proyecto nacional y popular.

Desde hace unos meses existe una polémica por el nuevo juez de la Corte. El elegido por el Gobierno es Roberto Carlés. Este personaje además de tener un CV dudoso, antecedentes nulos, una clara militancia kirchnerista y un pasado tuitero que deja mucho que desear es un íntimo amigo del Papa.

A pesar de haber defendido el matrimonio igualitario y de pedir la despenalización del aborto, Carlés es muy cercano a Bergoglio. En medio de la polémica por su nombramiento, Carlés fue recibido en el Vaticano. Desde algunos medios periodísticos se habla de un "Pacto de Santa Marta" entre Francisco y Cristina, en el cual el Sumo Pontífice le pidió a la Presidenta el pliego de este candidato a la corte.

Teniendo en cuenta todos los antecedentes, no se podría hablar a ciencia cierta que ese pacto exista. Pero que el Papa Francisco se mete en la política de nuestro país, y que una religión daña el laicismo del Estado es verdad. Y nadie puede negarlo.

sábado, 4 de abril de 2015

Jesús desde el punto de vista racional


¿Qué se puede decir desde el punto de vista escéptico, humanista secular y librepensador de la figura de Jesús? Lo que caracteriza al escepticismo no es el negacionismo, sino la duda, la indagación y la contrastación empírica.

Jesús de Nazaret para sus seguidores fue la persona más importante de la Historia y fue protagonista de historias increíbles. Un viejo principio del pensamiento escéptico establece que afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias. Y por supuesto que es quien afirma algo quien tiene la carga de la prueba.

Desde un punto de vista racional debemos tocar algunos temas a la hora de hablar de Jesús:

1) Su importancia histórica

2) Su importancia ética


1) Desde el punto de vista histórico la existencia de Jesús es incomprobable. No hay ningún testigo presencial de su vida, cosa que es bastante rara si se tiene en cuenta que realizó milagros increíbles. Filón de Alejandría, que escribió bastante sobre las costumbres de su época y de su región, incluyendo a los distintos grupos religiosos, no dijo nada sobre Jesús o sus seguidores. 
Flavio Josefo, quizás el historiador más importante de la historia judía, habla mucho sobre la Palestina del siglo I y no nombra a Jesús, aunque si nombra a otros personajes nombrados en los evangelios (Herodes, Pilato, incluso Juan el Bautista). Solo hay dos pasajes en donde se refiere al tema, uno de los cuales hace años se sabe que es un fraude, en tanto que el otro también es sospechoso de haber sido manipulado.
También hay historiadores romanos que parecen nombrar a Cristo pero solo en razón de explicar la creencia de los cristianos. Plinio el Joven dice que los cristianos "adoran a Cristo como a Dios". Tácito explica que los cristianos toman su nombre de un tal Cristo crucificado por Pilato, pero solo se hace eco de un rumor de la época sin indagar demasiado (por ejemplo, dice que Pilato fue procurador, cuando en realidad fue prefecto). Y Suetonio habla de judíos expulsados de Roma instigados por un tal Cresto, pero esto no alcanza, ya que Jesús nunca estuvo en Roma y el pasaje habla de judíos, cuando tranquilamente podría haber hablado de cristianos (son nombrados en otra parte de su obra).
De todas formas, todos estos historiadores, incluyendo a Josefo, son posteriores a Jesús. Incluso nacieron después del año 33. No son ciertamente testigos presenciales y en algunos casos escribieron en el siglo II cuando el mito evangélico ya estaba asentado.
El Nuevo Testamento tampoco alcanza como evidencia. Los evangelios se contradicen entre sí, incluyen muchos relatos fantasiosos que a todas luces son mitos. Y no son los únicos relatos, ya que existen muchos otros "evangelios". No obstante los primeros escritos cristianos son las epístolas de Pablo de Tarso, que hablan de un Cristo cósmico o semidiós y no de un personaje histórico.
Agreguemos que muchos eventos nombrados en los evangelios son mentiras históricas (la masacre de los inocentes, el terremoto, oscuridad de tres horas y resurrección masiva de personas durante la crucifixión, etc.), que contienen errores geográficos, que se contradicen entre sí en cuanto a la época, que desconocen la religión judía y otras cosas que sirven para desacreditarlos como documentos fiables.
¿Se puede afirmar que Jesús existió? No. ¿Se puede negar? Tampoco. Simplemente se debe decir que no hay evidencia suficiente para afirmar su existencia y que es altamente probable que solo haya sido una leyenda.
Como sea hay una realidad incuestionable: Jesucristo, el que nació de una virgen, resucitaba muertos, fue crucificado, resucitó al tercer día y ascendió a los cielos nunca existió.

Y esa es la base del cristianismo. Lo dice el credo de los apóstoles, el credo niceno y el propio Pablo que afirma que "su Cristo no resucitó vana es nuestra predicación, vana es nuestra fe".
Estos milagros no se diferencian en nada de los relatos de diferentes mitologías y religiones. Y desde un punto de vista racional no se los puede aceptar de ninguna manera. Sería dar un cheque en blanco al pensamiento mágico. Pedir que se acepten sin cuestionamientos hechos sobrenaturales como un nacimiento virginal o una resurrección después de tres días no ressiste el menor análisis científico.

Volviendo por un momento al Jesús histórico, como ya se dijo su existencia es improbable. Si por un momento aceptamos su presunta existencia pero le quitamos todos los mitos entonces nos topamos con un individuo común como tantos que hubo en la Historia, más en aquella época donde los aspirantes mesiánicos eran moneda corriente. Incluso sus características se corresponden con varios tipos de personaje (un curandero, un profeta apocalíptico, un reformador judío, un líder revolucionario).

Tenemos entonces descartada la existencia del Jesús bíblico y puesta en duda su existencia como figura histórica, pero en caso de haber existido sería completamente irrelevante. Por lo tanto se puede afirmar que su importancia histórica es nula.


2) Muchas veces se habla de revalorizar el aspecto ético de Jesús y sus principios. De convertirlo en una figura inspiradora. Esta postura es común incluso entre escépticos.
Pero hilando fino la moral de Jesús dejaba mucho que desear.

Fundamentalmente trajo un mensaje de división. El mismo afirmaba que venía a traer disensión y a poner en contra a los miembros de una misma familia (Lucas 12:51-53). Dice que quien no está con él está contra él (Mateo 12:30). Y afirmó quién no cree en él está condenado (Juan 3:16-18).
No obstante con eso hizo apología del martirio (Mateo 5:11-12), enseñando a sus seguidores que debían dejar la vida por su fe (Mateo 10:39) y que serían bendecidos por hacerlo (Lucas 6:22-23), que debían negarse a sí mismos y cargar su cruz (Mateo 16:24).
También enseñó el castigo del fuego eterno (Mateo 9:43-48), como pena de un juicio en el cual él será juez (Mateo 25:41). De todas maneras para salvarse de ese castigo debemos aceptar si o si la creencia en él. Concibe solo un pecado imperdonable, que no es la tortura, ni la violación, ni el asesinato: Es la blasfemia contra el Espíritu Santo (Mateo 12:31-32).
Y su famoso amor al prójimo era un realidad absurdo. Amar a los enemigos, poner la otra mejilla y bendecir a los que a uno lo maldicen (Mateo 5:38-45) es una apología al sufrimiento y a dejarse abusar.
También avaló la esclavitud (Lucas 17:7-10), dijo que no venía a traer paz sino espada (Mateo 10:34), dijo que venía a echar fuego sobre la tierra (Lucas 12:49), fue racista (Mateo 15:21-28) y actuó violentamente contra un grupo de mercaderes cuando los expulsó del templo a latigazos.

El mensaje de Jesús era de sujeción, de servidumbre y de resignación. A pesar de que no llamaba a eliminar enemigos suyos (Lucas 9:56, aunque en otros pasajes insinúa lo contrario, como Lucas 19:27) si llamaba a sus seguidores a la obediencia ciega y el sometimiento. Y esos valores son inconcebibles para el pensamiento racional.


A modo de conclusión
Jesús de Nazaret fue una leyenda. Un semidiós, fruto del sincretismo entre judaísmo, filosofía y mitología grecorromana, posiblemente basada en personas reales. Y su leyenda representa valores de sujeción y esclavitud que no tienen cabida en una sociedad humanista secular.