El día 2 de septiembre en horas de la noche hubo un debate en el programa Minuto Uno con respecto al aborto. El debate era en un principio sobre la venta clandestina de misoprostol, pero derivó, como suele pasar, en una discusión sobre la legalización o no del aborto.
Del lado "pro-vida" estaban el ex-diputado Alfredo Olmedo, el sacerdote Claudio Caruso y Ana Belén Mármora, militante de la ONG Frente Joven. Del otro lado Soledad Pujo, de la Agrupación Lesbianas y Feministas, la diputada Mara Brawer, la ex-legisladora porteña María José Lubertino y la legisladora Emelina Alonso.
Mucho se podría acotar sobre las burradas pro-vida, en especial las del pelotudo ex-diputado Olmedo diciendo que no hay que abortar porque hay que poblar el país (!!!!!) o el cura que no puede dejar de hacer referencia a su religión. Tampoco se puede obviar a la impresentable Lubertino utilizando este tema para hacer campaña electoral.
Sin embargo quiero hacer énfasis en los comentarios de la militante de Frente Joven. Esa agrupación que se preocupa por los embriones no implantados y pide justicia por el "asesinato" de gente que nunca nació y nunca tuvo nombre, a las cuales les inventan nombres (!!!!!!!!!!!!!!!!). En su blog adhieren a la declaración de la Red Federal de Familias de 2012 que entre otras cosas ataca el matrimonio igualitario, la ley de identidad de género, las políticas de control de la natalidad y la ley de muerte digna.
Pochi (ese es el apodo de Ana Belén Mármora) ofrece algunos datos aparentemente científicos para sustentar su posición.
Lo más jugoso llega en el segundo 25:59. La muchacha intenta darle un sustento a sus teorías apelando a falacias de autoridad y por eso cita la opinión de la Academia Nacional de Medicina y el genetista Jerome Lejeune. Vamos por partes.
La Academia Nacional de Medicina lejos está de ser una "autoridad máxima" de la ciencia y la medicina en el país. Y en estos temas dista mucho de ser objetiva. En los hechos es una agrupación claramente conservadora que entre otras cosas dice que la fertilización asistida solo debe permitirse entre un hombre y una mujer casados, o que se debe rechazar la ley de anticonceptivos de la Ciudad de Buenos Aires por prescribir medicamentos abortivos (pese a que el texto de la ley en su artículo 7 aclara expresamente que no se deben dar ese tipo de medicamentos).
Ese comunicado del 2010 de la ANM establece una tajante negativa al aborto, sin hacer excepciones (a pesar de que el Código Penal actual si las hace) y basándose en que valores morales disfrazados de ciencia. Recomienda también a todos los médicos abstenerse de realizar abortos.
Si hablamos de organizaciones médicas argentinas con prestigio podemos nombrar a la Asociación Médica Argentina. Cuenta con reconocimiento oficial del Congreso, se encarga de las recertificaciones médicas oficiales y realiza las inscripciones de peritos judiciales. Por supuesto que esta Asociación colabora con instituciones afines de otros países.
En cuanto al tema del aborto, la AMA en su protocolo admite el aborto en casos de violación, abuso a una mujer discapacitada, riesgo de la vida de la madre o alto riesgo de malformaciones en el feto. Y, lo más importante, llama al debate científico, ético y jurídico para elaborar un consenso con respecto a este tema. Una postura que está a años luz de las ideas jurásicas y medievales de la ANM.
Luego Pochi cita a Jerome Lejeune (aunque lo llama "Jeleun") el genetista que descubrió la causa cromosómica del síndrome de Down, aunque se equivoca al decir que fue quien descubrió el síndrome en sí mismo, ya que esa tarea se le debe a John Langdon Haydon Down.
Evidentemente Lejeune tenía una postura "pro-vida". Pero no hay que olvidar que además de sus valorables aportes en este ámbito el doctor se convirtió en un representante de la pseudomedicina religiosa al aceptar cargos en la Academia Pontifica de las Ciencias y la Academia Pontificia para la Vida. También se manifestó escéptico ante la teoría de la evolución. Desde hace algunos años hay intentos para beatificar y canonizar a Lejeune.
Entonces ¿cuándo empieza la vida? Lo cierto es que por más que trinen los pro-vida no hay consenso científico unánime sobre el momento que se inicia la vida, ya que se debe partir del hecho que "la vida" es un concepto con implicaciones morales y filosóficas. Por esto mismo no existe tal consenso. Tema que por supuesto desarrollaremos en este blog más adelante.
Pero si vamos al tema del aborto y si de citar autoridades se trata tenemos al Ministerio de Salud o a la OMS que han publicado protocolos para la realización segura de abortos.
En conclusión:
_No es verdad que "la ciencia" diga que la vida empieza en la concepción.
_No es verdad que el consenso médico y científico esté contra el aborto, más bien todo lo contrario.
Y mi recomendación para Frente Joven y otras agrupaciones similares: No disfracen más sus ideas. Si están en contra del aborto por razones religiosas y filosóficas vayan por ese lado, pero no mezclen esas ideas con la ciencia porque es deshonesto.
"Si están en contra del aborto por razones científicas y filosóficas vayan por ese lado, pero no mezclen esas ideas con la ciencia porque es deshonesto."
ResponderEliminarEstá mal redactado amigo, supongo que quiso poner "por razones religiosas y filosóficas". Pero usted que es amante de la ciencia ya saben lo que dicen de los actos fallidos (en el fondo se muere de ganas por que la ciencia le de el visto bueno y así salvar del genocidio a esos miles de niños y niñas que fueron concebidos por sus padres más allá de que lo hayan buscado o no).
Gracias por el aviso
Eliminar