El ozono es una sustancia compuesta por tres átomos de oxígeno. De ahí que su formula sea O3. Es reconocido principalmente por su papel en la estratósfera, formando una capa que absorbe la mayor parte de los rayos ultravioleta que llegan a la Tierra.
Se puede producir ozono artificial para ser utilizado como desinfectante y depurador de aguas ya que es un fuerte oxidante. Su principal ventaja es que al ser oxígeno no deja ningún rastro químico en el agua.
A pesar de que cualquier persona normal se daría cuenta que usar este químico en seres humanos sería potencialmente muy peligroso existen quienes lo usan. A esta pseudoterapia se llama ozonoterapia. Se lo suele inyectar (de forma intramuscular, subcutánea, intrarticular o intradiscal) o mediante bolsas, campanas de cristal, o aceites y cremas "ozonizadas". Dicen sus defensores que sirve para curar desde alergias y acné hasta hernias de disco y arteriosclerosis. Algunos incluso afirman que sirve como complemento para tratar el sida o el cáncer.
¿Y la evidencia científica? Bien, gracias.
No hay ninguna prueba que sirva como sustento para esta terapia. No tiene ninguna base experimental. No hay ningún estudio que la apoye.
La American Cancer Society dice que no tiene evidencia. Tampoco sirve para el sida. La FDA estadounidense denuncia que no tiene ninguna utilidad y que por el contrario es muy tóxico. Tampoco tiene utilidad en la odontología. Supuestamente sirve para trata la hernia de disco, pero eso tampoco es cierto.
Recientemente salió en las noticias que una mujer de 49 años murió mientras hacía una sesión. Un llamado de atención. Basta de pseudoterapias.
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